La Rata Highlander

Hoy queridas Dior hablaremos de una subdivisión en esta Granja Educativa: La Rata Highlander. Este especimen aparece en nuestras vidas, salido del más huachaca de los alcantarillados, nos engrupe hasta decir basta, nos promete amor eterno, nos insinúa anillo y le tiene puesto nombre a los futuros vástagos en caso de que decidiéramos empeorar la raza con él. Es amable y coquetón con nuestra familia (ver anexo la rata coqueta) y parece bien, pero bien a lo lejos, quizás uno podría caer, pero una DIOR cacha que la está cagando, que está mal enfocada, pero existe eso llamado amor (o tontera) que nos frena para decirle a esta rata que no es que lo merecemos.
Hasta esta parte, todo bien con esta Rata que podría parecer una rata cualquiera, pero es aquí donde florecen las características que la llevan a transformarse en Highlander...
Esta Rata es INMORTAL, jamás, pero jamás desaparece de nuestras vidas. Primero, porque se encargó arduamente de dejar una marca a fuego en nuestro consciente/incosciente de su paso por nuestras vidas, entonces hagas lo que hagas NO LO PUEDES OLVIDAR, hasta un chocopanda comprado en la Matadero-Palma se transforma en un recuerdo doloroso y sufriente, mientras piensas cuántos chocopandas te podrías haber seguido comiendo si todavía tú estuvieras con él.
Luego, cuando uno ya ha superado la primera etapa del recuerdo sufriente, ya puedes continuar con tu vida, hace semanas que no sabes de él, lo has bloqueado de msn, ya no te juntas con sus amiguis, Highlander reparece con su cara estúpida y su voz simpaticona, sólo para saludarnos, para preguntarnos cómo está la agüeli, qué tal la vida, el amor, el trabajo y los negocios. Y como la llamadita telefónica no es suficiente, vamos con el helado, la piscola o el café (según el horario), y una cosa lleva a la otra, y al final, una DIOR no es Yolanda Sultana y cuesta un poco adivinar en qué terminará todo.
Poco podemos saber qué pasa con la Rata Highlander. En mi caso personal, después de 10 años, UNA DÉCADA!!! aún sigo viendo a una de esas..., no puedo dudar que lo paso bien y que las cosas se dan lo suficientemente bien, como dirían los futboleros, a menos que agarremos una espada samurai y les cortemos la cabeza...
Quizás ahí, de una vez por todas, la Rata Highlander dejará de ser inmortal.