Saturday, April 28, 2007

El talón de Cande

Si Aquiles tenía su talón y SúperMan la kriptonita, lógicamente yo, Candelaria, debía tener mi punto débil, y a falta de uno, son dos los relacionados a los hombres.
El primero, y es una cosa netamente física es que sean ricos. Pero en verdad, a quien no le llama la atención un gallo pinteado? El segundo, la materia gris, que pucha que escasea en estos tiempos en los cuerpos manejados por la testosterona. Encontrar uno que pueda hablar de algo que sobresalga de su propia nariz es como encontrar una aguja en un pajar. Superado ese primer paso, en el que la primera frase bien armada y con fundamento prende el radar que busca constantemente al P.O (Público Objetivo),sigue el tratar de descubrir si esa frase la sacó de su proceso mental o la copió de algún programa de televisión o de algún tio intelectualoide que almorzó en su casa. Ahí el 56% queda en el camino, según cifras arrojadas por el último estudio realizado por Goyenechea&Asociadas. Después de eso, lo ideal es pasar al nivel 2 de inmediato y si se está en una fiesta, corretearlo hacia la pista de baile. Ahi caen los con tendencias medias gay, los que buscan espejos para mirarse bailar. Con el 12% que va quedando se pasa al nivel 3; presentarlo a las amigas y ver qué tan sociable es. En este punto se descartan los cara de raja que le coquetean descaradamente a esa amiga que le acabas de presentar, y a los que se ponen a abrazar y hacerse los "mejores amigos" de una. Chicos, buscamos equilibrio, que sea sociale, pero que demuestre siempre interés en la que lo ha llevado al 3er nivel, OBVIO. Pasado éste, cada Dior ve a qué nivel sube con el lolo P.O
Chicos, a anotar. Ver noticias, sacar un baile entretenido, sociabilizar y ser rico.
Que las chicas Dior seguimos solteras y como ya vieron...tenemos nuestras debilidades.
Y sólo porque me dio un ataque de sinceridad confesaré que al parecer serían 3 debilidades, me faltó confesar que me agradan menores, siempre y cuando, cumplan varios requisitos que serán informados en su debido tiempo.

Cande G.