Wednesday, January 31, 2007

¿Ha sufrido usted el Síndrome Bolocco?

Ante tanta pregunta y tanta insistencia, haré una breve reseña de lo que significa el Síndrome Cecilia Bolocco. Allá, por aquellos años a fines de los 80, post Miss Universo el año '87, Cecilia Bolocco tenía toda la fama y fortuna del mundo, creo que había terminado con un noviecito que tenía en esa época, tenía una corona que brillaba por si sola, una banda de Miss Universe a todo cachete y un papá chocho de su regalona Miss Chile. Sin embargo, nuetra querida Chechi pasaba los fines de semana SOLA. Sí, leyó bien. Absolutamente sola. Porque ningún gaio la llamaba porque se imagiban "pa qué voy a invitar a salir a la Chechi si es tan rica que me va a decir que no" o "pa qué la invito a comer si tiene que tener cualquier pinche".Pero no.Nuestra Ceci pasaba los findes sola, echada en su cama, arrendando películas en el Errol's y disfrutando los viernes de "Video Loco". Sola. Absolutamente sola.

Casi 18 años después, en Santiago pasa lo mismo. Sólo que ahora no somos reinas de belleza ni cargamos con ser un ejemplo para la juventud. No postulamos a Miss 17 y con suerte mi máximo puntaje alcanzado en la vida fueron los casi 700 en la PAA de Verbal. Y sería.

Las mujeres tan ricas y tan inteligentes como yo cargamos con el Síndrome Bolocco. Sólo que ahora no arrendamos pelis en el Blockbuster, sino que pescamos al grupete de amigas y nos vamos de dancing, o de japiagüer, o de lo que sea. Y mientras nosotras bailamos desenfadas, una fila de hombres poco atrevidos nos miran con cara de ganas de sacarnos a bailar, sin osar a hacerlo por miedo. El mismo miedo que les provocaba nuestra Ceci.

Así que el otro día me pasé una conversa eterna con una querídisima amiga sobre este asunto. Ni ella ni yo entendíamos que si somos tan huachaminas e inteligentísimas, no existía ningún puto hombre que nos hiciera el peso. O que nos invitara a salir. O que descaradamente se pegara una declaración hot que sacara chispas. Pero por el contrario últimamente me han llegado frases del tipo: "tu me encantabas, pero estabas pololeando..." o "por qué chucha no me contaste que te habían pateado", mientras se quedan pasmados ante mi grandiosa belleza y yo espero de una vez por todas que se peguen una atinada.

Nuestra amiga del www.ojonoincomoda.blogspot.com nos cedió los derechos de su explicación.

Monday, January 29, 2007

San Antonio

Traeme un novio porfa!

Isi G.

Sunday, January 28, 2007

Yapoo Cande

Cande, escribe pos. Me cansé.
Por mientras espero...

Hermanas Goyenechea.Viña.Febrero.07

Monday, January 22, 2007

Con el foco malo... o mal enfocá

Hay que atroz. Llegó el minuto en la vida en que me suma los puntos un seudo gay. Y yo, sin pensarlo mucho, también le ayudo a sumar... por lo menos sé de fuentes muy fidedignas que alguna vez tuvo polola de años, pero eso a estas alturas no es algo por lo que deba meter las manos, la guata y mi caracho a la parrilla.
Que coquetea rico, lo hace. Quizás es producto de su filtreo para los dos lados. Ay! por Dios, no quiero ni pensar el día en que tengamos una cita y no sólo deba estar pendiente de que ninguna yegua le eche el ojo, si hasta al baño de hombres tendré que acompañarlo.
Qué atroz... mi vida sentimental sigue siendo el mejor libro de chistes.
Estoy a punto de perder la cabeza por un gay!!!!

Tuesday, January 16, 2007

¿Dónde están los normales?

Cuando éramos chicas, todos los hombres nos parecían normales. Bueno, no todos. Los que usaban mocasines negros con calcetines blancos no. Pero la gran mayoría me parecían perfectos. A esa edad no existían los mamomes, porque claro, si no te podía acompañar a alguna parte o no te invitaba, era porque no tenía permiso. Te invitaban a full a su casa, te llevaban a los cumpleaños de toda la parentela, ibas a tomar tecito, al asado de no sé qué, hasta te llegaban invitaciones para pasar con ellos las vacaciones, la semana santa y hasta los findes claros. Por supuesto que las niñas dormían en una pieza, y los niños en otra. Tu los invitabas a full y ellos felices iban. En esa época no les caían mal tus hermanas, ni tus papás, soportaban a la abuelita preguntona y hasta le llevaban regalos para el santo.
Como ni ellos ni yo manejábamos mucha plata, obvio que se armaban paseos de bajo presupuesto del tipo, domingo en el Bellas Artes, lunes en el cine, sábado en la noche no se dónde. Todo era paz y amor. Te llovían los regalos. Siempre me acuerdo de un pololo ultra querendón que siempre me traía regalos: unos aritos que me compró en la micro, un remolino, un pastel. Un amor ese hombre, nunca nadie fue más detalloso conmigo que ese huacho de primer corte...
Pero ahora, de verdad que NO existen los hombres normales. Están, simplemente, en extinsión. Como diría Hans, vamos por parte.
Lo esencial, tu nunca le achuntas. Si tu quieres una relación más liberal, el otro quiere pololear. Si tu quieres un pololo, el otro no sabe, no quiere o no es su momento. Cuando tu quieres seguridad, el otro no. Si él se la juega, tu no estás ni ahí. Y si das jugo, él disfruta. Mientras lloras por un tarado, hay dos buenos como el pan que te lloran a ti. Pero claro, uno tampoco es tan normal y muere de amor por los que no te dan ni bola. Menos mal que la teoría DIOR indica una proporción uno es a dos. Una Dior llora por uno, pero le lloran dos. Uno nunca pierde.
Esto es muy largo y me está esperando Cande para una noche de copas...
Continuará....

Sunday, January 07, 2007

Me enamoré

Qué rico bajarle el perfil a esa frase que los hombres odian tanto. Será porque tengo una buenísima amiga que adora decirme, casi todos los sábados o domingos, según corresponda un "amiga, olvida a X, me enamoré" y yo, muero de la risa y de la emoción. Hay estoy yo todos los lunes cambiando el nombre del hombre por el que tengo que preguntarle y averiguándome todo de aquel BWM, mientras nos reímos a carjadas de las nuevas aventuras de aquel criminal rompecorazones.
Así que decidí para de dar jugo y aplicarme a esto de cambiar de enamorado. Si esto del amor dura justo una semana, creo que será delicioso enamorarme 4 veces al mes y 52 al año. Así que aplicando la terapia del "me enamoré" me lancé el finde, el primero del año!!!, en la búsqueda del enamorado ideal que dura 7 días, tiempo en el cual te invita a piscolas varias, te baila sexymente el ritmo de moda, quizás te ganas un almuerzo en un restaurant top de Santiago y el ego te sube por millones hasta el cielo a la velocidad de la luz, para que al finde siguiente, sin que exista dolor alguno, te embalas en el juego exquisito de enamorarte de una rata mejor, porque obvio que la idea es siempre mejorar la raza.
Así que Dior del mundo, empiezo el lunes 8 enamorada de un sub 21, estudiante universitario de una carrera donde su máximo ingreso será el sueldo mínimo, soñador, encantador y con un forro que se quisiera cualquiera de los BMWs que aquí nos leen.
Todo esto hasta el sábado, cuando con la Cande nos enamoremos de otro!
Cariños, Isi G. enamorada de un pendejo rico.

Friday, January 05, 2007

¿Por qué miran con cara de estúpidos?

Yo jamás lo he entendido, o será que su cuerpo los delata con cosas que ellos ni mismos se dan cuenta? Hablando con la Cande anoche junto a mil cervezas en mano (ya tenemos complejo de niñitos, sólo nos falta la ponchera) no logramos comprender el porqué de la cara de estúpido del BMW, del pollo, el hombre de gris o el ñandú que anda junto a nosotras, si con la misma cara de estúpido después nos dan la cortada.
Le bailas sexymente dale don dale, a mi me gusta la gasolina y atrevete te te y él, aplica cara de estúpido. Le cuentas cómo estuvo tu día, él obvio que cara de estúpido. Le cuentas el mejor de los chistes, y qué esperar, demasiada cara de estúpido. Le puedes chocar el auto, incendiar la casa, romperle la cámara de fotos, quedar ebria y mancharle con piscola sus zapatillas favoritas, y nada, siempre estará con su CARA DE ESTÚPIDO.
Antes debemos aclarar que esta es la cara de estúpido que podríamos fácilmente interpretar como cara de absolutamente enamorado, o este loco está loquito por mí, le gusto demasiado, se viene la roca.... noooo, pero esta cara no es para Cottolengo, ni El Peral, ni de Náufrago, ni su mejor amigo es Wilson, ni de guatón de Lost o algo así.
La cosa es que con esa misma cara de estúpido, te patean y nada. Con esa misma cara de estúpido, los pateas y nada.
Y hasta el momento ni Cande ni yo sabemos para qué recurren a la cara de estúpidos.
Aún.

Cariños,
Isi G.